viernes, 2 de octubre de 2009

REFLEXIÓN SOBRE UN GRUPO QUE SE PONE A HABLAR EN CLASE
Y forma barullo, como se podría gestionar de forma creativa.

Tal como dijo la profesora se podría hacer de forma perfomática, es decir, hacer que los unos se pongan en el lugar de los otros, que pasen al lugar del profesor y el profesor al del alumno, o el alumno que monta el escándalo se pusiera en el lugar del alumno que esta intentando escuchar o trabajar y el ruido no le deja.
La profesora explica que en un curso se auto construyeron mordazas y que hubo algunas muy originales. Propuso el auto hacernos callar,.
Creo que en ningún momento se ha de gritar más que los que montan barullo, ya que los gritos no conducen a nada, se puede buscar una solución entre todos, artística, consensuada, o simplemente pedir amablemente que los que han entrado en clase para hablar salgan de ella.
Se podría hacer que los niños se controlen entre ellos, que cada uno mande callar al compañero, de una forma educada y aplicando un sistema de premios. Con algo que les guste hacer.
A veces hemos de ponernos desde la perspectiva del alumno, el hambre aprieta o llevamos ya muchas horas en clase, o simplemente ya hemos perdido el tiempo de atención, o el maestro no consigue captar nuestra atención por ser algo repetitivo, con una cantinela aburrida. Para ello se podría pedir ayuda a los alumnos para que nos dijeran como harían la clase más animada, más participativa.
Ya que si me divierto aprendo mejor, y no lo olvido.

De forma creativa, se podría trabajar de mil maneras, con música muy bajita y que intentaran dibujar algo al ritmo de la música intentando disfrutar del silencio y del repiqueteo de sus ideas en la cabeza…
Aunque considero que una clase en silencio absoluto donde solo se oiga la respiración de los alumnos y la voz monótona de un profesor es aburrido.
Creo que es bueno que hay un cierto nivel “de ruido” ya que de esas aportaciones de los alumnos también se puede beneficiar la clase.

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